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Laura Mascaró ha dado múltiples charlas y conferencias sobre los beneficios de la educación en casa, en distintas partes de España y de América Latina. Además, ha publicado, sobre este mismo tema, los libros Educación y libertad: una defensa del homeschooling como máxima expresión de la libertad educativa, Enseñar a pescar (educando en casa), Educar sin escolarizar: algunas consideraciones legales y Sin escuela. También es creadora y editora del blog Tarkus Kids, portal líder en español en estimulación temprana, crianza respetuosa y educación consciente, y desde 2012 preside la Plataforma por la Libertad Educativa, asociación de ámbito nacional que fundó junto con otras familias educadoras en casa.




Por todo lo anterior, decidimos buscarla para pedirle que nos compartiera algunas de sus ideas sobre homeschooling (como ella misma llama a la enseñanza en casa), y esto fue lo que nos respondió:

¿A qué se le llama homeschooling?

El homeschooling consiste en educar a los niños sin escolarizarlos. Nos define lo que no hacemos (escolarizar), y que damos una educación absolutamente individualizada a cada niño. Por lo demás, no hay dos familias que eduquen a sus hijos de la misma manera. Cada familia tiene sus propios motivos, sus propios objetivos, su propia metodología y su propia forma de organizarse.

Algunos siguen el curriculum oficial y otros no; algunos estudian por asignaturas, otros por proyectos y otros sin ninguna actividad dirigida ni estructurada, a menos que el niño lo requiera en un momento determinado. Hay quien se apoya en escuelas a distancia o profesores particulares para algunas materias o para todas.

La mayoría de las familias que educan en casa en España, por ejemplo, lo hacen porque han tenido una mala experiencia en el sistema escolar (bullying, fracaso escolar, fobia escolar, necesidades educativas especiales no. detectadas o no atendidas, etcétera). Otros lo hacen por coherencia con sus principios. de crianza respetuosa y otros, una minoría, por motivos lingüísticos (en caso de extranjeros que quieren mantener su lengua materna, por ejemplo), religiosos o ideológicos.

¿Cómo, cuándo y dónde surge este método de enseñanza?

Como teoría pedagógica surge en la década de los años 70 del siglo XX, de la mano. de varios maestros que, frente a las teorías reformistas (que pretendían reformar el sistema escolar) proponen ir un poco más allá y desescolarizar a los niños. El austríaco Ivan Illich proponía desmontar la escuela para crear un sistema diferente (hablaba de “desescolarizar la sociedad”). Y el estadounidense John Holt proponía hacer desaparecer las escuelas y devolver a los niños a sus hogares de donde, decía, nunca debieron haber salido.

Ahora bien, lo cierto es que los seres humanos siempre hemos criado y educado a los niños en familia y en el entorno de nuestra comunidad. Lo que es nuevo es la escuela, que solo tiene unos tres siglos de existencia.




¿Cuáles son las ventajas respecto al método tradicional?

La principal ventaja del homeschooling es que permite personalizar la enseñanza, dar a cada niño aquella educación que necesita y utilizar los métodos que más se ajustan a sus características, algo que la escuela difícilmente puede dar. En el homeschooling puedes aprender a tu ritmo y siguiendo tus intereses sin que nadie te imponga un curriculum absolutamente ajeno a ti. Además tienes la flexibilidad de cambiar de método y de currículum siempre que lo consideres necesario. También tendemos a relacionar cualquier cosa que se estudie con la vida real y, más concretamente, con la vida del niño, para que vea la utilidad y aplicación práctica de las cosas que está aprendiendo.

¿Cuál es el papel de los padres en este método?

La mayoría de los padres no asumen el rol de “profesor” de los niños sino que somos buscadores de recursos. Es decir, no pretendemos saberlo todo ni saber enseñarlo todo, sino que tenemos una actitud proactiva a la hora de asumir dos funciones fundamentales: primero, exponer a los niños a cuantas más materias y cuestiones posibles. (esto es, creando un entorno rico en experiencias y conocimientos). Y segundo, buscando los recursos necesarios cuando surge un interés en el niño. Si, por ejemplo, mi hijo quiere aprender a tocar el piano. y yo no sé hacerlo (o no sé enseñarlo) buscaré una academia o un profesor que le pueda enseñar. En otras cuestiones puede tratarse de buscar información en internet, hacer intercambio con otra familia, visitar lugares, exposiciones, eventos, etcétera.

Si quieres saber un poco más sobre Laura Mascaró, visita su página

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